masaje ayurvédico ancestral, previene la aparición de arrugas, las suaviza, otorga firmeza y brillo a la piel. la purifica, porque la limpia, la protege, la nutre e hidrata, ¡la ilumina! ralentiza el proceso de envejecimiento. favorece la estimulación sensorial, ayuda a mejorar la circulación, tonifica, revitaliza la piel que luce con un aspecto más luminoso, sano, joven.